Tú, que te dejas guiar por la música. Tú, que tu cuerpo se mueve con cada nota. Tú, que conoces el esfuerzo de aprender una coreografía, que no puedes evitar emocionarte al ver una pirueta perfecta y que tu felicidad es bailar cada día. Tú tienes la clave. Porque tu creatividad, tus pasos, tu ritmo son

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